La Incontinencia Urinaria afecta tanto a hombres como mujeres, se define según la Sociedad Internacional de Continencia (ICS), como “una condición en que la pérdida involuntaria de orina que constituye un problema social o de higiene, y puede ser demostrado objetivamente”.
Corresponde a un problema común y por lo tanto un gran impacto en la Salud de la población, afecta a una proporción significativa de la población variando según distintos estudios entre 11% y 72%. En el Reino Unido afecta de 2 a 3 millones de personas, mientras que en EEUU, afectaría aproximadamente entre 10 a 35% de la población adulta (aprox. 13 millones de personas) y al 50% de la que vive en casas de reposo, estimando que el gasto médico en pacientes incontinentes supera los 10 billones de dólares al año.
En Chile no existen investigaciones determinantes acerca de cuantas personas sufren con la Incontinencia de orina, pero se sabe que aumenta progresivamente con la edad avanzada. El Ministerio de Salud chileno, estimó afecta entre un 18 a 19% de las personas mayores de 60 años, por su parte en el Hospital FACH realizó dos estudios, el primero se encuestaron 180 pacientes, encontrando incontinencia de orina en 112 pacientes (62,2%), el segundo realizado a 236 mujeres en Isla de Pascua, encontró ciento ochenta y dos pacientes (77,1%) con incontinencia urinaria.
La Incontinencia de orina no sólo altera biológicamente a quien la padece, sino que también tiene efectos emocionales, psicológicos y sociales, que alteran su calidad de vida. A pesar de la gran cantidad de casos se ha estimado que sólo 20-40% de las mujeres consulta, ya sea por negación, vergüenza, por considerarla como algo natural o ante la creencia de que la única solución tendría que ser por medio de cirugía, lo cual claramente no es siempre así.
Elaboración propia basada en: Rev. Chilena de Urología: Volumen 69, N° 1, 2004 y Volumen 70, N°1, 2005.
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